Cuando la movilización de personas es una de las tareas habituales, el trabajador debe considerar los siguientes principios fundamentales:
Conocimiento del usuario y de sus necesidades.
Se ha de conocer la patología y otras características del usuario con el fin de emplear la técnica o el equipo más adecuados a sus necesidades. Normalmente se suele clasificar a los usuarios en tres niveles, en función de su grado de dependencia:
- Usuario autónomo. Normalmente podrá realizar los movimientos y transferencias por si mismo. La labor del trabajador será indicarle la mejor forma de realizarlo y poner a su disposición los elementos que necesite para ello.
- Usuario semi-dependiente. Requerirá una asistencia mínima y, aunque el trabajador debe intervenir para realizar la movilización, el usuario puede colaborar en la misma reduciendo el esfuerzo necesario. Las técnicas manuales serán en este caso las más utilizadas para realizar las movilizaciones.
- Usuario dependiente. En este caso el usuario no puede prestar prácticamente ninguna ayuda para realizar la movilización. Puede tratarse de un usuario pasivo o pueden darse problemas añadidos como resistencia, combatividad o movimientos inesperados. En estos casos las movilizaciones deberían realizarse siempre con medios mecánicos.
Utilización de los principios de mecánica corporal.
- Espalda recta.
- Piernas flexionadas.
- Carga cerca del cuerpo.
- Presas consistentes.
- Pies separados. Un pie en dirección del movimiento.
- Contrapeso del cuerpo.
- Evitar giros de tronco y cuello.
- Utilización de apoyos. Intentar siempre el uso de ayudas mecánicas evitando las movilizaciones manuales.
Selección de las técnicas y de los equipos adecuados:
- Selección de equipos para la movilización de personas. Existen numerosos equipos y accesorios que facilitan la movilización de personas. Es importante adquirir y usar los más adecuados para cada caso. Para más información puede consultarse la siguiente
- Técnicas de movilización manual de personas. Las técnicas de movilización manual de personas (MMP) deben considerarse solamente en aquellas situaciones que no requieran el uso de ayudas mecánicas, o bien situaciones en las que no es posible usarlas. La MMP se debe realizar siempre con usuarios que puedan colaborar con el trabajador. Para más información puede consultarse la siguiente
Adecuación de los aspectos organizativos y del entorno de trabajo.
Los aspectos ergonómicos del puesto de trabajo, que son tratados en otras fichas, son muy importantes para asegurar que la movilización de personas se realiza en unas condiciones adecuadas. Algunos puntos esenciales para adecuar el entorno son los siguientes:
- Aspectos organizativos:
- Asegurarse de que es necesaria la movilización. Buscar alternativas si es posible.
- Permitir suficiente tiempo para cada tarea de movilización.
- Fomentar la independencia y colaboración del usuario mediante accesorios como barras de apoyo, barra incorporadora, etc.
- Explicar claramente al usuario lo que se va a hacer antes de comenzar.
- Asegurarse que el usuario comprende y acepta las indicaciones que se le dan (por ejemplo, comprobar que lleva el audífono puesto)
- Proporcionar instrucciones claras durante la tarea (por ejemplo: "preparado, listo, empuje").
- Organización y preparación de los trabajadores:
- Asegurarse que todos los trabajadores están formados en las técnicas de movilización que se van a emplear. Fomentar el empleo de técnicas seguras y el uso de equipamiento.
- Comprobar que los trabajadores están en buenas condiciones físicas y de salud. Proporcionar tiempo para la realización de ejercicios de estiramiento y calentamiento.
- Disponer de personal suficiente para realizar las tareas en un tiempo razonable.
- Evitar que se realizan movilizaciones manuales de riesgo por una sola persona: utilizar grupos de trabajo. Hay que intentar seleccionar los miembros del equipo que estén adecuadamente entrenados y que comprendan las técnicas.
- Proporcionar ropa y calzado adecuados.
- Aspectos de la tarea y el equipamiento:
- Disponer de espacio suficiente (en habitaciones, baños, etc.) para realizar la tarea y poder usar el equipamiento correcto.
- Reducir la exposición a la tarea de los mismos trabajadores fomentando la rotación de tareas.
- Proporcionar pausas y descansos suficientes y adecuados.
- Disponer del equipamiento adecuado y en número suficiente para las tareas que se han de realizar. Asegurarse de que es fácilmente accesible.
- Asegurarse de que el equipamiento se encuentra en condiciones óptimas de uso (bien mantenido, engrasado, con las baterías cargadas, etc.).
- Implicar a los trabajadores en la selección del equipamiento.
- Entorno de trabajo:
- Asegurarse de que el nivel de iluminación es el adecuado. Considerar las necesidades específicas de los turnos de noche.
- Asegurarse de que los suelos no son deslizantes, inestables o irregulares (especialmente en zonas húmedas como los cuartos de baño).
- Eliminar obstáculos que puedan dificultar el uso de equipamiento (por ejemplo, alfombras).
- Reducir el ruido que pueda limitar o entorpecer la comunicación
- Estudiar previamente y mejorar la disposición del mobiliario y otros elementos, de manera que pueda realizarse la movilización correctamente y no haya obstáculos en el uso de los equipos. Evitar el tener que cambiar los muebles de sitio cada vez que se realiza una movilización.
- Asegurarse que los pasillos, puertas y zonas de paso están libres de obstáculos.