Los síntomas más comunes son: tristeza, fatiga, pérdida del apetito, deseo de estar solo, pensamientos de culpa, ruina o inutilidad e incapacidad para disfrutar de las cosas. Cuando afecta a niños o adolescentes, pueden destacar: irritabilidad, trastornos del comportamiento, ansiedad, miedo, quejas reiteradas de dolor abdominal o de cabeza.
La depresión puede deberse a problemas personales, familiares, laborales, etc., pero en ocasiones no se identifica una causa.
Una depresión no indica debilidad de la persona que la padece y su curación no depende de su voluntad.
No siempre se trata con medicamentos.
La duración del tratamiento farmacológico suele ser de 6 a 9 meses, o más. Cuando los síntomas de depresión duran más de 2 años recibe el nombre de distimia.
¿Qué puede hacer?
Pida ayuda a sus familiares y amigos. Deje que le ayuden.
Intente explicarles sus sentimientos y las causas que, según usted, le han llevado a esta situación, cómo ve su vida personal, familiar, laboral, social.
Debe saber que los pensamientos negativos son síntomas de la propia enfermedad.
Evite el aislamiento. Salga de casa aunque inicialmente no le apetezca, pasee, haga ejercicio. Haga actividades en las que note que se siente mejor.
Tome conciencia de los aspectos positivos de su vida.
Fíjese metas realistas, establezca prioridades y haga lo que pueda, cuando pueda. Reanude las responsabilidades poco a poco.
Evite tomar decisiones importantes sobre su vida hasta que no se encuentre mejor.
No tome alcohol u otras drogas, sólo empeorarán su problema.
Duerma siguiendo unos horarios regulares.
No espere una mejora inmediata. Sentirse mejor necesita tiempo. Si a pesar de todo no lo consigue, informe a su médico de su estado de ánimo y confíe en él. Acuda a las citas, y si le receta una medicación, tómela según le haya indicado.
Consejos para los familiares:
La depresión es una enfermedad que puede ser grave y cambiar temporalmente la vida personal y familiar.
Con frecuencia los enfermos no reciben la comprensión familiar y social que necesitarían.
Pase tiempo con su familiar, le necesita.
Si la persona deprimida quiere hablar de su depresión déjela manifestarse. Acompáñele a pasear y realizar ejercicio.
La irritabilidad puede ser un síntoma de la depresión. Evite discutir con él/ella.
Siga con su propia vida. Disfrute de su tiempo de ocio. Estará en mejores condiciones de ayudar si está física y psíquicamente equilibrado.
Averigüe si existen en su zona grupos de ayuda para cuidadores.
No tenga miedo de preguntarle por ideas de suicidio. En caso afirmativo, consulte con su médico y no le deje nunca solo/a.
¿Cuándo consultar a su médico de familia?
Si tiene sentimientos de tristeza intensos y duraderos.
Si tiene pensamientos reiterados de que no merece la pena vivir.